SAN MATEO TLALTENANGO

Tlaltenango / náhuatl / Tierra amurallada

Según la información de la serie Ser pueblo, Ser ciudad San Mateo Tlaltenango, Cuajimalpa (2013) elaborado por CNCA y el INAH Tlatlenango es un nombre de origen náhuatl que significa “tierra amurallada”. Los pobladores citan como evidencia de su asentamiento ancestral el códice Quauhximalpan, donde se establece que pertenece a este barrio prehispánico. Las tierras de San Mateo, al igual que San Bartolo, pertenecían al Marquesado del Valle de Oaxaca hasta que el 26 de agosto 1571 la Corona la entregó a los pobladores. En ese mismo año frailes franciscanos comenzaron a construir la parroquia y nombraron como su santo patrono a San Juan Bautista. En el año de 1700, según la obra citada, los frailes abandonaron el lugar, llevándose consigo la imagen de San Juan, por lo que los habitantes nombraron a San Mateo como su Santo Patrono.

En la época de Independencia el pueblo sirvió como base para el Ejército Realista, el cual fue vencido en la batalla del Monte de la Cruces, en sus inmediaciones estuvo Miguel Hidalgo, quien decidió no bajar a la ciudad sino regresar a Valladolid por refuerzos. En el año de 1828 las tierras del monasterio del Desierto de los Leones fueron abandonadas y repartidas entre los habitantes de San Mateo Tlaltenango y San Bernabé Ocotepec. Durante la Revolución, este pueblo fue escenario de cruentos enfrentamientos entre el Ejército Zapatista y el Ejército Constitucionalista. Años posteriores a la Revolución comenzaron los conflictos por la tenencia de la tierra, ya que no se les reconoció el total de posesiones que desde los tiempos de la Real Audiencia se les habían asignado. Asimismo, tuvieron varios conflictos por el agua con el pueblo de Santa Rosa Xochiac.

San Mateo presenta algunas problemáticas asociadas al crecimiento urbano de la zona urbana colindante que ha ido provocando la expansión del pueblo y la pérdida de sus recursos naturales, en especial de los bosques y el agua. Los efectos sobre los cambios de uso de suelo, las prácticas de privatización de tierras de propiedad social no se han hecho esperar.

En relación con la vida social, San Mateo Tlaltenango posee diferentes estructuras organizativas, por ejemplo, en torno al ámbito religioso se tiene a las mayordomías del Sagrado Corazón y de la Fiesta Grande que corresponde a San Mateo Apóstol en el mes de septiembre; el grupo de jóvenes organizados para las festividades de la Semana Santa. Los organizadores y participantes a la celebración de la fiesta de la Cera el día de Muertos. En términos de la Propiedad Social de la tierra, los grupos se dividen en el Comisariado Ejidal y su asamblea de ejidatarios; el Comisariado de Bienes Comunales y su asamblea, la pequeña propiedad y otros sectores asociados al territorio como la Asociación Pro-Bosque. 

En cuanto a la representación política en San Mateo Tlaltenango, se encuentra a cargo del Consejo del Pueblo, comité elegido vía elección popular de acuerdo con la Ley de Participación Ciudadana de la CDMX.

La vida social y cultural reúne a colectivos y grupos diversos interesados en temas amplios como puede ser el de difundir las tradiciones del lugar; participar en la organización de las fiestas del pueblo a través de danzas, como la huehuenchada o los chinelos, con escenificaciones y manifestaciones artísticas. Grupos de apoyo en temas educativos; apoyo en proyectos ambientales y deportivos. Por último, hay que mencionar que San Mateo Tlaltenango mantiene correspondencias para sus fiestas con el pueblo de San Bartolo Ameyalco y con San Pedro Cuajimalpa.

SAN MATEO TLALTENANGO

Tlaltenango / náhuatl / Tierra amurallada

Según la información de la serie Ser pueblo, Ser ciudad San Mateo Tlaltenango, Cuajimalpa (2013) elaborado por CNCA y el INAH Tlatlenango es un nombre de origen náhuatl que significa “tierra amurallada”. Los pobladores citan como evidencia de su asentamiento ancestral el códice Quauhximalpan, donde se establece que pertenece a este barrio prehispánico. Las tierras de San Mateo, al igual que San Bartolo, pertenecían al Marquesado del Valle de Oaxaca hasta que el 26 de agosto 1571 la Corona la entregó a los pobladores. En ese mismo año frailes franciscanos comenzaron a construir la parroquia y nombraron como su santo patrono a San Juan Bautista. En el año de 1700, según la obra citada, los frailes abandonaron el lugar, llevándose consigo la imagen de San Juan, por lo que los habitantes nombraron a San Mateo como su Santo Patrono.

En la época de Independencia el pueblo sirvió como base para el Ejército Realista, el cual fue vencido en la batalla del Monte de la Cruces, en sus inmediaciones estuvo Miguel Hidalgo, quien decidió no bajar a la ciudad sino regresar a Valladolid por refuerzos. En el año de 1828 las tierras del monasterio del Desierto de los Leones fueron abandonadas y repartidas entre los habitantes de San Mateo Tlaltenango y San Bernabé Ocotepec. Durante la Revolución, este pueblo fue escenario de cruentos enfrentamientos entre el Ejército Zapatista y el Ejército Constitucionalista. Años posteriores a la Revolución comenzaron los conflictos por la tenencia de la tierra, ya que no se les reconoció el total de posesiones que desde los tiempos de la Real Audiencia se les habían asignado. Asimismo, tuvieron varios conflictos por el agua con el pueblo de Santa Rosa Xochiac.

San Mateo presenta algunas problemáticas asociadas al crecimiento urbano de la zona urbana colindante que ha ido provocando la expansión del pueblo y la pérdida de sus recursos naturales, en especial de los bosques y el agua. Los efectos sobre los cambios de uso de suelo, las prácticas de privatización de tierras de propiedad social no se han hecho esperar.

En relación con la vida social, San Mateo Tlaltenango posee diferentes estructuras organizativas, por ejemplo, en torno al ámbito religioso se tiene a las mayordomías del Sagrado Corazón y de la Fiesta Grande que corresponde a San Mateo Apóstol en el mes de septiembre; el grupo de jóvenes organizados para las festividades de la Semana Santa. Los organizadores y participantes a la celebración de la fiesta de la Cera el día de Muertos. En términos de la Propiedad Social de la tierra, los grupos se dividen en el Comisariado Ejidal y su asamblea de ejidatarios; el Comisariado de Bienes Comunales y su asamblea, la pequeña propiedad y otros sectores asociados al territorio como la Asociación Pro-Bosque. 

En cuanto a la representación política en San Mateo Tlaltenango, se encuentra a cargo del Consejo del Pueblo, comité elegido vía elección popular de acuerdo con la Ley de Participación Ciudadana de la CDMX.

La vida social y cultural reúne a colectivos y grupos diversos interesados en temas amplios como puede ser el de difundir las tradiciones del lugar; participar en la organización de las fiestas del pueblo a través de danzas, como la huehuenchada o los chinelos, con escenificaciones y manifestaciones artísticas. Grupos de apoyo en temas educativos; apoyo en proyectos ambientales y deportivos. Por último, hay que mencionar que San Mateo Tlaltenango mantiene correspondencias para sus fiestas con el pueblo de San Bartolo Ameyalco y con San Pedro Cuajimalpa.